Wednesday, September 28, 2011

Metodologías Formales vs Ligeras

La rigidez de las metodologías formales, típicas del período previo a los años 90, definían rígidamente todo aquello relacionado con un proyecto, encontrándose una y otra vez con un efecto bien conocido: que la rigidez se adapta mal al cambio. Descartarlas no tiene sentido dado que en muchos casos tuvieron, y tienen, mucho éxito. En esencia la mayoría de las metodologías formales intenta aislar la zona de mayor cambio, la captura de requisitos, y congelarla entre entregas. Pero es de buen conocer español que "no se pueden poner puertas al campo", la cantidad de energía necesaria para mantener los requisitos congelados es enorme y supone, en gran medida, pararle los pies al cliente, cosa que no siempre es posible ni conveniente.

Por otro lado, las estrategias de las metodologías ágiles intentan mitigar la mala definición de requisitos mediante técnicas de adaptación al cambio, entre ellas el desarrollo en ciclos muy cortos, de manera que los requerimientos se mantengan congelados durante períodos breves, permitiendo la aceptación de cambios, nuevas peticiones y visibilidad de avance del proyecto aparentemente contínuos. No obstante estas ventajas también pueden verse como inconvenientes.

“En este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira.”
Ramón de Campoamor (1817-1901)


Las metologías ágiles están teniendo mucha aceptación hoy en día, pero no deben confundirse con la anarquía, por motivante que sea, conlleva mucha disciplina y ponerlas en práctica no es tarea fácil.

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